domingo, 7 de julio de 2013

Jonrón con las bases llenas

Nos referimos a la decisión que el lunes 24 del pasado mes de junio tomó la Liga Dominicana de Béisbol Profesional (Lidom) de conceder al poderoso consorcio empresarial Rizek la administración de la franquicia Nordeste Béisbol Club o Gigantes del Cibao.
Es importante aclarar y destacar a la vez que se trata de una concesión, no una venta del equipo, lo cual, en interpretación libre es un fideicomiso: Administrar ese bien, esa propiedad del pueblo francomacorisano que es el equipo Gigantes del Cibao para que lo convierta en un conjunto competitivo en el terreno de juego, logre su sostenibilidad financiera, rentabilidad y estabilidad económica.
El entusiasmo con que los hermanos Héctor José y Samir Rizek Sued, contando con el apoyo de su padre Dr. Héctor J. Rizek Llabaly y demás familiares, han asumido la decisión de la Lidom nos permite afirmar que el equipo superará la sequía económica, la agonía existencial y junto a la fanaticada vivirán los mejores momentos de su historia.
Nos atrevemos a decir que administrando un bien del pueblo francomacorisano como lo es el equipo Gigantes del Cibao, los Rizek primero van a organizar, a establecer la disciplina de rigor y le aplicarán las fórmulas con las cuales han edificado uno de los emporios económicos más grande y sólido de República Dominicana.
Es cierto que el béisbol profesional es un negocio, pero más que negocio los Rizek que tienen como timbre de orgullo su éxito empresarial, incursionan en deportes visualizando la rentabilidad a largo plazo; en el corto y mediano plazo crean e incentivan el sentimiento de pertenencia de los fanáticos y de la comunidad en general en cuanto a que se sientan representados por un equipo ganador.
Desde que el Grupo Rizek interviene en la Liga Nacional de Baloncesto (LNB) el equipo Los Indios de San Francisco de Macorís ha elevado el entusiasmo de los aficionados de esa disciplina lo cual se refleja en la asistencia de público al bajo techo Mario (El Aguila) Ortega, por la presencia allí de buenos jugadores que son traídos con jugosos contratos.
Por eso creemos que con la decisión que tomó la Lidom de conceder al Grupo Rizek la administración de los Gigantes ganamos todos: El pueblo francomacorisano que verá la etapa de oro de su equipo de béisbol profesional e incidirá de manera positiva en todos los sentidos.
Gana el Grupo Rizek como empresa porque como eficiente administrador lo que invierta en Los Gigantes para convertirlo en equipo ganador se traduce en una forma importante de su política de responsabilidad social.
Gana la Lidom porque no tiene que distraer tiempo ni esfuerzos en el fantasma de la inestabilidad económica e incertidumbre que tanto zarandeó al más joven de los equipos de béisbol.
Dicho en el argot del béisbol esa decisión de la Lidom es un jonrón con las bases llenas.

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