La Liga Dominicana de Béisbol asumió el control de los Gigantes del Cibao el pasado viernes, alegando que los diversos rumores sobre inestabilidad económica de la franquicia podían poner en peligro el buen desenvolvimiento de la próxima campaña de pelota invernal.
Ahora, luego de la destitución de José Duarte Junquera, parece que el cargo está listo para ser ocupado por otro incumbente.
“El senador Amílcar Romero va a ser el próximo presidente de los Gigantes. Solo esperamos que la Liga lo acepte en el puesto”, dijo una fuente de entero crédito, ligada a los propietarios y accionistas del equipo.
Romero ha estado ligado a los Gigantes por un buen tiempo y hace tan poco como el pasado mes de enero fue designado como Director General del conjunto por Duarte.
Igualmente, Romero fue uno de los candidatos a adquirir el equipo cuando el antiguo propietario Laurentino Genao lo puso en venta aunque nunca se concretó dicha negociación.
En uno de los considerandos de su decisión para intervenir el conjunto, el presidente de la Liga, Leonardo Matos Berrido expresó que era vital para cualquiera de las franquicias actuar con transparencia para lograr el respaldo de la comunidad.
“Es responsabilidad de la Liga que sus franquicias operen con la transparencia indispensable para concitar el apoyo de las comunidades en que se desenvuelven, con el propósito esencial de llevar al pueblo dominicano sano entretenimiento y buenos ejemplos a su juventud y para continuar ofreciendo al pelotero dominicano los medios para su desarrollo personal y profesional que le han permitido poner en alto el nombre de la República Dominicana en los más importantes escenarios deportivos internacionales”.
Romero, como senador de la provincia Duarte, podría lograr ese respaldo de los ciudadanos de San Francisco de Macorís para el equipo de béisbol.
Otros candidatos. La familia Rizek, que cuenta con diversos negocios en San Francisco de Macorís e incluso opera la franquicia de los Indios de San Francisco en la Liga Nacional de Baloncesto ha sonado como posible cabeza de los Gigantes en caso de que la Liga decida vender.
“El senador Amílcar Romero va a ser el próximo presidente de los Gigantes. Solo esperamos que la Liga lo acepte en el puesto”, dijo una fuente de entero crédito, ligada a los propietarios y accionistas del equipo.
Romero ha estado ligado a los Gigantes por un buen tiempo y hace tan poco como el pasado mes de enero fue designado como Director General del conjunto por Duarte.
Igualmente, Romero fue uno de los candidatos a adquirir el equipo cuando el antiguo propietario Laurentino Genao lo puso en venta aunque nunca se concretó dicha negociación.
En uno de los considerandos de su decisión para intervenir el conjunto, el presidente de la Liga, Leonardo Matos Berrido expresó que era vital para cualquiera de las franquicias actuar con transparencia para lograr el respaldo de la comunidad.
“Es responsabilidad de la Liga que sus franquicias operen con la transparencia indispensable para concitar el apoyo de las comunidades en que se desenvuelven, con el propósito esencial de llevar al pueblo dominicano sano entretenimiento y buenos ejemplos a su juventud y para continuar ofreciendo al pelotero dominicano los medios para su desarrollo personal y profesional que le han permitido poner en alto el nombre de la República Dominicana en los más importantes escenarios deportivos internacionales”.
Romero, como senador de la provincia Duarte, podría lograr ese respaldo de los ciudadanos de San Francisco de Macorís para el equipo de béisbol.
Otros candidatos. La familia Rizek, que cuenta con diversos negocios en San Francisco de Macorís e incluso opera la franquicia de los Indios de San Francisco en la Liga Nacional de Baloncesto ha sonado como posible cabeza de los Gigantes en caso de que la Liga decida vender.
El Hoy supo que los Rizek ofrecieron el puesto de gerente general al ex dirigente y gerente de los Tigres del Licey, Rafael Landestoy.
Aunque nunca han ganado un campeonato en la pelota dominicana, los Gigantes son uno de los equipos más competitivos de la actualidad, visitando dos finales en cinco años.
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