En los 20 años transcurridos desde que Joan Guzmán saltó las fronteras de Guachupita para irrumpir como una de las figuras deportivas que más sensaciones ha provocado al pueblo dominicano, se ha visto de todo. Pero el hecho más reciente puede que signifique el fin de la carrera más laureada de púgil alguno dominicano.
Desde su debut con medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Ponce en 1993 con 17 años hasta convertirse en el único criollo en ganar dos cinturones mundiales (122 y 126 libras), su resumen también incluye obtener el primer oro Panamericano del boxeo (Mar del Plata 1995), el sorpresivo revés en su debut en los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996 y el positivo de dopaje en 2010.
Pero el revés que Guzmán sufrió el pasado jueves en Kissimmee durante el pesaje puede ser el hecho que acompañe su imagen por siempre, así como el francés Zinadine Zidane abandonó el fútbol por la puerta de atrás con el cabezazo al italiano Marco Materazzi en la final del Mundial 2006.
Tan pronto se conoció la noticia, las redes sociales se inundaron de mensajes indignación por seguidores del boxeo.
"Joan Guzmán lo hizo de nuevo. ¡Qué talento perdido! Cualquier promotor que ponga a Guzmán en una cartelera de nuevo merece lo que consigue. Guzmán se terminó para mí, para siempre", escribió Dan Rafael, redactor senior de boxeo de ESPN y una de las voces de más respeto de esa disciplina en los Estados Unidos.
Guzmán, de 37 años, arruinó la cartelera que se presentó anoche en esa comunidad floridense, una que se transmitió por la cadena Telemundo, y que pudo llevarlo a un círculo exclusivo de monarcas en tres divisiones.
El púgil, que venía de caer en noviembre pasado por primera vez en 16 años, recibió una tercera oportunidad de sumar otro cinturón, pero sorprendió a propios y extraños, al pesar 8,2 libras por encima del máximo.
En los próximos días se conocerá el monto de la sanción económica, pero lo más trascendente es que el quisqueyano perdió la confianza de apoderados, manejadores, promotores, organismos y televisoras para incluirlo en programas. Con esa edad e historial, será difícil levantarse.
Cuando Guzmán ganó en Ponce, lo hizo en las división minimosca (108 libras); en Mar del Plata subió a mosca (112), y peleó en ese mismo peso en Atlanta.
Hacer el peso siempre fue un problema, y sufría mayores complicaciones por la frecuencia en la que se cancelaban sus combates, lo que le hacía repetitivas sus jornadas de trabajo.
Esto le llevó a comenzar a subir de categorías. Su primer cetro profesional fue la corona nacional pluma (126), cuando venció a Francisco de León. El nueve de agosto de 2001 protagonizó su primer gran combate, cuando noqueó a su rival desde aficionado, Héctor Julio Ávila en el segundo asalto, para adueñarse de la faja gallo (118 libras) de la NABO.
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